Quien padece artrosis ve cómo su vida se deteriora poco a poco, ya que es una patología reumática donde el cartílago articular se reduce enormemente y a partir de allí, surgen síntomas como el dolor así como la reducción de la movilidad. Pero independientemente de las causas de la aparición de esta condición, desde Clínica Poyet te aportamos las herramientas necesarias para impedir su avance y disminuir la sintomatología.
¿Cómo ayuda la fisioterapia a pacientes con artrosis?
La artrosis es una condición que afecta a más del 43% de la población mayor de 40 años de edad. Además, la inactividad es una de las principales causas para que el dolor siga en aumento. En este caso, la recuperación debe implicar fundamentalmente el movimiento a las articulaciones mediante ejercicios y para ello, es necesario recurrir a la fisioterapia y a sus diversas técnicas e indicaciones.
Si bien es cierto que cada paciente requiere de un tratamiento personalizado, en general, con la intervención de nuestros especialista en Poyet fisioterapia en Sevilla poco a poco se recupera la funcionalidad y el dolor disminuirá. Igualmente, tiene la capacidad de detener el avance de esta patología, ya que dentro del programa de recuperación se incluyen ejercicios, técnicas así como indicaciones para una nutrición más adecuada.
¿Cuál es el tratamiento de la artrosis?
Para poder tener un tratamiento es imprescindible que el paciente acuda con fisioterapeutas, quienes se encargan de hacer diversas evaluaciones para verificar el nivel de amplitud del movimiento, funcionalidad, fuerza y dolor. A partir de la información recabada, se podrán programar ejercicios que vayan acorde con las condiciones físicas de las personas.
En este sentido, los especialistas destacan los siguientes ejercicios y métodos:
1. La gimnasia acuática
Generalmente es una opción que suele utilizarse durante las fases iniciales del proceso de recuperación, debido a que reduce la carga soportada por las rodillas, permitiendo llevar a cabo con éxito movimientos más amplios. Además, de esta actividad deportiva, durante el avance del tratamiento es común recomendar las caminatas o algunas rutas en bicicleta.
2. Diatermia Capacitiva
Aunque sigue siendo algo desconocida, esta es una de las técnicas que ha cobrado valor para los fisioterapeutas. Esto se debe a que, en los últimos años han podido comprobar su eficacia sobre todo en el área deportiva, ya que tras tres sesiones, gran parte de los síntomas comienza a disminuir e indudablemente la calidad de vida del paciente mejora.
3. Ejercicios terapéuticos
Estas actividades están orientadas al desarrollo de la fuerza y a restablecer la amplitud articular. Además, los ejercicios son el componente perfecto para lograr perder peso y aumentar el gasto energético mientras se consigue fortalecer la musculatura. El sobrepeso no ayuda a los pacientes con artrosis, pero frecuentemente las personas con esta condición no logran adelgazar debido a la reducción del movimiento.
4. Terapia manual
La terapia manual es ideal para aquellos donde sea preciso relajar intensamente la musculatura. Con ello también se logra mejorar la movilidad, pero sobre todo se disminuye la sensación de dolor. A esto también se le debe unir la corrección postural y sesiones de termoterapia.
5. Alimentación
Tener una alimentación especialmente para enfrentar la enfermedad también juegan un papel importante dentro del plan de recuperación, pero especialmente para reducir el dolor artrósico. Son ideales aquellos que favorecen la desinflamación como los alimentos ricos en Omega 3 como el pescado y el aceite de oliva.
Igualmente sirven aquellos con poder antioxidante ricos en vitamina C encontrada en la naranja, pomelo, kiwi y frutos secos. A esto se le debe unir la vitamina E proveniente de la cebolla, puerro así como el té verde. Adicionalmente, es necesario complementar la dieta con el consumo de zanahoria y pimientos rojos, que contienen grandes cantidades de vitamina A.